SANCIONES ECONÓMICAS
Si eres ciclista, o acostumbras a salir con tu vehículo de pedales, es muy importante que respetes la legislación vigente. Recuerda que, de no hacerlo, podrás enfrentarte a una serie de sanciones económicas. Estas son las principales:
- 200 euros por circular sin casco. El uso del casco resulta obligatorio para todos aquellos menores de 16 años. Además, si se transita por vías interurbanas, esta norma se extiende al resto de los ciclistas. En cualquier caso, la multa a la que se enfrentan es de 200 euros; teniéndola que asumir los padres o tutores legales en caso de que el sancionado sea menor de edad.
- 200 euros por no respetar la señalización. Pasar por alto las indicaciones de tráfico y las marcas viales, especialmente aquellas relacionadas con la seguridad de los viandantes, puede acarrear multas de 200 euros para los ciclistas. Saltarse un semáforo en rojo o rebasar un paso de peatones sin tener la prioridad, son algunos ejemplos por los que un conductor puede ser sancionado.
- 200 euros por circular con auriculares.Es la multa por conducir un velocípedo utilizando cascos, auriculares u otro dispositivo de sonido.
- De los 500 a los 1.000 euros por superar la tasa máxima de alcohol permitida. Es la cantidad económica a la que puede enfrentarse un ciclista si conduce su vehículo con una tasa de alcohol superior a los 0,25 mg/l en aire espirado o a los 0,5g/l en sangre.
CON NIÑOS EN BICICLETA: DISPOSITIVOS DE RETENCIÓN
Son muchas las familias que aprovechan los fines de semana para salir a dar un paseo en bicicleta. Y, aquellas en las que hay niños pequeños –por seguridad y comodidad– deciden, mayoritariamente, transportarlos en su propio vehículo mediante un dispositivo de retención. Pero, ¿cómo hacerlo de manera correcta y qué sillita es mejor en cada caso?Existen varias opciones:
- Sillitas delanteras. Se acoplan al frontal de la bicicleta, y permiten el transporte de niños de hasta 15 kg. de peso.
- Sillitas traseras. Soportan hasta 22 kg. de carga. Eso sí, es interesante tener en cuenta que, dependiendo del modelo, estos dispositivos de retención exigen un peso mínimo para poder viajar en ellos. Normalmente, los 9 kg. Recomendando en todo caso que el menor transportado sea capaz de mantenerse erguido por sí mismo y mantener la cabeza recta.
- Remolques. Existiendo múltiples modelos, esta alternativa a las sillitas de transporte es más segura para los niños a la hora de circular con ellos en bicicleta. ¿Por qué? Porque en caso de caída del adulto, el remolque se mantiene erguido, evitando así posibles lesiones en el cuerpo de los menores.
ACCIDENTES EN BICICLETA: ASPECTOS A TENER EN CUENTA
Atropellar a un peatón, ser arrollado por otros vehículos o caídas. Son algunas de las maneras más habituales por las que un ciclista puede sufrir daños derivados de la conducción de un velocípedo. En cualquier caso, la manera de hacer frente a cada una de estas situaciones, será distinta en función del accidente ocasionado. Fíjate:
- Cuando es el ciclista quien daña a un tercero. Por ejemplo, a otro ciclista o a un peatón. Ante esta situación, al conductor del velocípedo le corresponderá pagar una indemnización derivada de los daños ocasionados. Tanto los materiales como los personales. En estos casos, resultará de especial interés comprobar si se dispone de algún tipo de seguro para hacer frente al pago de esa cantidad económica. En algunas ocasiones, las pólizas de hogar o automovilísticas incluyen este tipo de coberturas en sus cláusulas. También existen otros seguros específicos para bicicletas, aunque no sean obligatorios legalmente.
- Cuando es el ciclista quien sufre los daños. En la mayoría de los casos, estos daños suelen ser el resultado del atropello por un vehículo de motor. Ante esta situación, el ciclista afectado podrá reclamar al seguro del vehículo que lo ha arrollado una indemnización; tanto por las lesiones que se hayan podido producir como por el material o equipamiento afectado.
Sea como fuere, cuando un ciclista sufre daños en un accidente, es recomendable seguir una serie de pautas de actuación para que reclamar esa indemnización a la compañía de seguros sea lo más ágil posible. Esos pasos son: llamar a los cuerpos de seguridad y servicios sanitarios en caso de haber heridos; solicitar los informes médicos, también en caso de haber sufrido lesiones; recopilar datos (fotografías, mensajes, tickets del material que se haya podido dañar, etc.); y, finalmente, reclamar a la aseguradora, a quien se entregará toda la documentación que se tenga.
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