Las distracciones al volante pueden tener consecuencias muy negativas. De hecho, según datos de la DGT, son la principal causa de accidentes (33%), por delante de la velocidad (29%) y el alcohol (26%). Existen miles de factores que pueden desviar nuestra atención, tanto dentro como fuera del vehículo, pero se debe apuntar que el teléfono móvil aumenta considerablemente el riesgo de sufrir un accidente.
Así lo desvela el estudio “Las distracciones al volante de los conductores españoles”, basado en la #EncuestaDriveSmart, en el que se analizan las principales distracciones que creen y reconocen sufrir los españoles al volante y el efecto que tienen éstas según los años de experiencia en la conducción.
El móvil, el GPS, la radio, el cansancio y los pasajeros son las 5 distracciones más peligrosas al volante según los españoles. Sin embargo, el orden de estos factores varía según la edad y la experiencia en la conducción. Mientras que los conductores noveles (con menos de dos años de carné de conducir) consideran que el orden sería: el móvil, GPS, pasajeros, cansancio y radio; los conductores intermedios (con experiencia de entre 2 y 10 años): Móvil, GPS, cansancio, pasajeros y radio; y los conductores expertos (con experiencia de más de 10 años) lo ordenan así: Móvil, sueño, GPS, pasajeros y radio.
Aunque el orden es distinto por cada grupo, hay un denominador común: el móvil siempre es la primera causa en todos los tipos de conductores. Así también lo refleja la práctica: Mandar un mensaje puede costarte 20 segundos de atención y una distancia de 600 metros; buscar una dirección en el GPS, 15 segundos y 466 metros; ajustar la radio, 6 segundos y 200 metros. Bostezar (cansancio) o sonreír a un pasajero puede ocuparte 3 segundos en los que recorrerás 83,3 metros distraído.
El uso del móvil en el coche es constante, y durante los últimos años se ha multiplicado, a pesar de que la sanción se eleve a 200 euros y que implique la retirada de tres puntos del carné. El uso del sistema de manos libres es obligatorio, pero aún utilizando éste la concentración disminuye y estudios apuntan que tras hablar tres minutos por el manos libres los conductores dejan de percibir el 40 % de las señales, se reduce un 12 % la velocidad media y aumenta el tiempo de reacción.
A pesar de ser el principal factor, el estudio expone que los conductores noveles son los que menos reconocen distraerse al volante con el móvil, con un 67% de respuestas negativas. En el polo opuesto encontramos a los más experimentados al volante, de los que el 84% admite distraerse con este dispositivo mientras conduce.
En cuanto al cansancio, según el estudio casi el 80% de los conductores encuestados reconoce haberse distraído en alguna ocasión por este motivo, sin embargo, los conductores noveles son los que menos se ven afectados por ello, al contrario que los expertos, el 89 % de los cuales reconoce sufrir sus efectos.
En el caso de la radio, un 53% de los conductores afirman que sí se han distraído alguna vez por culpa de la radio, frente a un 47% que manifiestan que no. La mitad de los conductores con más de 10 años de carnet reconoce sufrir distracciones por la radio al volante, un tercio de los conductores noveles también, mientras que aquellos con una experiencia al volante de entre 2 y 10 años aseguran no sufrir este tipo de consecuencias.
Por otro lado, el 68% de los españoles reconoce distraerse al volante con los pasajeros acompañantes mientras conducen. Así lo afirman 7 de cada 10 conductores con más de 10 años de carnet, mientras que solo 3 de cada 10 noveles reconocen que les ocurre.
Por último, la encuesta ha analizado el efecto del uso del GPS en la conducción. En ella se demuestra que 6 de cada 10 encuestados reconoce sufrir esta distracción, correspondiente en su mayor parte a los conductores más experimentados con un 66%.
Así pues, mientras el uso del teléfono móvil se posiciona como la mayor y más peligrosa distracción al volante, en todos los grupos, el cansancio tiene una presencia muy alta en aquellos conductores con experiencia, seguramente asociada a la costumbre y a la rutina de conducir.
La única forma de evitar estas distracciones es siendo conscientes de ellas, y analizar nuestros peores hábitos para no repetirlos. Cuando estamos al volante debemos mantener todos los sentidos en alerta, sin desviar la vista de la vía, puesto que cualquier pequeña desatención tiene el riesgo de acabar en un accidente de consecuencias inciertas.
Periódico Digital La Vanguardia